jueves, 8 de agosto de 2013

Plaga arrasa cultivos de maíz en Yucatán


TIZIMIN, Yucatán, 12 de agosto.- “La clase trabajadora campesina atraviesa por una difícil situación debido a la pérdida de cientos de hectáreas de cultivos de maíz de temporal”, señaló el comisario ejidal de Popolnah, Roberto Noh May, quien estuvo este lunes en esta ciudad para hacer llegar al Gobernador Rolando Zapata Bello y a la presidenta municipal, Rosario Díaz Góngora, una solicitud de apoyo.

“Tan sólo en esta comunidad son alrededor de 300 hectáreas dañadas por la enfermedad de las hojas denominada chac-lé”, dijo.

La enfermedad más importante que presenta el cultivo del maíz es el "achaparramiento", conocido regionalmente como "kankubul" o "chac-lé". Esta enfermedad es transmitida por una chicharrita, insecto que alcanza su máxima población en agosto, cuando las condiciones del clima le son favorables.

“Somos más de 10 ejidatarios y algunos tienen una, dos y hasta tres hectáreas, por eso calculo que son más de 300 hectáreas las que ya están completamente perdidas”, agregó.

Indicó que la mayoría de los campesinos de esta comunidad tizimileña, ubicada a más de 70 kilómetros de la cabecera municipal, sembró sus milpas en mayo, cuando cayeron las primeras lluvias, siendo las que más se dañaron con esta extraña aparición del mal de la hoja roja en los elotes.

La preocupación es porque el maíz es la base de la alimentación en las comunidades rurales y sustento de las familias; por eso, al pronosticar que se avecina una temporada difícil recurren a sus autoridades en busca de alguna alternativa que les permita subsanar las pérdidas que registran sus cultivos.

Hasta ahora los campesinos desconocen de dónde o qué origina esta enfermedad en las hojas de los elotes; unos señalan que puede ser por las lluvias nocturnas, otros porque a veces cae una torrencial lluvia y enseguida se vuelve a avivar el sol y eso quema las hojas.

Lo que sí han visto es que cuando la enfermedad de las hojas rojas afecta los cultivos las plantas dejan de crecer, y en el caso específico de Popolnah, les cayó esta rara enfermedad cuando estaban en su etapa de espiga y se secaron completamente, dejando sin la posibilidad de cosecha a los campesinos.

Además del chac-lé, otra plaga que daña los cultivos es la del gusano cogollero, que también estuvo presente para destruir las plantaciones de maíz en la mayoría de las milpas de esta región.
(Isauro Chi)


jueves, 6 de junio de 2013

Perturbación atmosférica se acerca a Yucatán y Quintana Roo


Una perturbación atmosférica localizada en el Mar Caribe tiene probabilidades de convertirse en ciclón y se acerca paulatinamente a las costas de Yucatán y Quintana Roo. Debido a ello, los gobiernos estatales de Yucatán y Quintana Roo tomarán las medidas de protección necesarias.

La zona de perturbación ubicada en el oriente de la Península registraba ayer en la tarde 40 por ciento de probabilidad de convertirse en ciclón tropical en las próximas 48 horas, informó el Servicio Meteorológico Nacional (SMN), dependiente de la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA).

Según un boletín, el sistema, que se desplaza lentamente con dirección Nor-Noreste, causaría lluvias de fuertes a localmente intensas en Yucatán y Quintana Roo, incluida Cozumel, así como precipitaciones de moderadas a fuertes en Campeche.


“Es importante recomendar a la población que esté muy al pendiente de los avisos y boletines que se estarán emitiendo, especialmente por las fuertes lluvias que se seguirán presentando durante los siguientes días por influencia de esta perturbación”, recomendó el director general del Organismo de la Cuenca de la Península de Yucatán (OCPY) de la CONAGUA, Roberto Pinzón Álvarez.

Las lluvias se han centrado en el oriente de la Península, sobre todo en Cancún, Playa del Carmen, Cozumel y varios municipios de Yucatán.


lunes, 3 de mayo de 2010

Leyendas de la flor de mayo


Hoy, 3 de mayo, se celebra el Día de la Santa Cruz, una de las fiestas de mayor arraigo en Yucatán. Hay alrededor de diez celebraciones en poblados como Chicxulub, Maxcanú, Sacalúm y Tecoh. Antiguamente se celebraba con una cruz de madera adornaba con flores de mayo (plumeria alba), especie vegetal de la cual narraremos sus leyendas.

Santa Cruz adornada con flores de mayo
Fotografía: José Alonso Ambrocio Ríos

Una de ellas, llamada "Leyenda de la Flor de Mayo", cuenta el origen misterioso del árbol de la Flor de Mayo, llamado así porque generalmente florece en el mes de mayo. Este relato aparece en el libro "Amerindmaya", del escritor Luis Rosado Vega, y en el libro "Leyendas Mayas y Quichés", del padre Jesús Azcorra Alejos, rector de la Iglesia Santa Luisa de Marillac.

Leyenda de la Flor de Mayo

Hubo una vez un hombre maya que a diario contemplaba enamorado a las estrellas, sobre todo las de la constelación de la Cruz del Sur. Estaba casado con una linda mujer, pero no podían tener hijos y eso lo deprimía bastante. Por eso, pedía fervientemente a los dioses que le concedieran la dicha de tener una hija tan bella como las estrellas que reverenciaba. Y los dioses, al escuchar tan intensos ruegos, decidieron cumplirle el deseo.
Sucedió que su mujer quedó embarazada y en el mes de mayo dio a luz a una niña muy bella, pero su piel no era oscura como la de los mayas, sino más bien pálida como luz de luna. Y eso era así porque los dioses habían dispuesto que naciera una estrella de la esposa de aquel hombre.
Pero la niña era delicada como una flor y su piel era blanca color de cera. Por eso la llamaron Sac Nicté, que en maya significa flor blanca. Y todas las noches la pequeña miraba con devoción a la Cruz del Sur, recordando con tristeza cuando era una estrella.
Al crecer, la salud de Sac Nicté se fue deteriorando. Cada día era más débil y su piel se volvía más blanca. Sus angustiados padres pidieron la intervención de los mejores chamanes, quienes la examinaron y le dieron toda clase de pócimas. Pero todos sus esfuerzos y conjuros fueron ineficaces frente a esa rara enfermedad. Hasta insinuaron que era voluntad de los dioses que Sac Nicté regresara al cielo, de donde había venido para complacer el deseo del padre.
No pasaría mucho tiempo después de aquel presagio. Era el mes de mayo cuando la niña Sac Nicté murió, en el mismo mes en que los campos se visten de flores y se enciende en el cielo nocturno la Cruz del Sur.
El indígena estaba desconsolado, pero una noche soñó que su hijita le decía:
−Padre, no llores más, pues ahora estoy bien. He regresado al cielo, al lado de mis hermanas, las estrellas, pero cada mayo mi alma volverá a la tierra convertida en flor.
Y el sueño del indígena se cumplió, pues al año siguiente, cuando reapareció la Cruz del Sur, sobre la tumba de su hija brotó un árbol que cada mayo da flores blancas y bellas como las estrellas, por lo que se conoce con el nombre de la Flor de Mayo.

Existe otra leyenda, llamada "La Capilla de la Flor de Mayo", que aparece en el libro "Leyendas Izamaleñas" del escritor Ramiro Briceño López, la cual narra el milagro que originó la construcción de esa capilla y muestra la antigua tradición de ofrendar flores de mayo blancas a la Virgen María. Ambas leyendas cuentan la historia de una niña devota que fallece en el mes de mayo; y en mayo del año siguiente, en el sitio simbólico de su muerte, aparece milagrosamente la flor de mayo.

La Capilla de la Flor de Mayo

En el poblado de Izamal, Yucatán, vivía una familia muy pobre, formada por un campesino, su esposa y su pequeña hija, llamada Flor. Cada día tres de mayo acostumbraban ofrendar un ramo de flores de mayo blancas a la Virgen María, y la niña siempre quería que la dejaran a solas con la imagen. Una vez en el altar, Flor le pedía a la Virgen:
−Virgencita, por favor haz que mis padres puedan encontrar los medios necesarios para salir de su pobreza.
Pasado el tiempo, sus padres lograron encontrar trabajos que les permitieron tener una vida mejor.
Flor tenía muchas amiguitas en el barrio donde vivían, y un día fueron a jugar a la plaza de Mayo. Estaban correteándose entre sí, cuando, de repente, Flor resbaló y cayó fuertemente, fracturándose la espalda, y ya no pudo levantarse. Como Flor era muy querida entre la población, varios médicos acudieron a atenderla, pero no pudieron evitar que la niña quedara paralizada de la cintura a los pies. Fue así que Flor tuvo que usar una silla de inválida, pasando la mayoría del tiempo sentada, sin poder caminar y mucho menos correr con sus amiguitas, como tanto le gustaba.
Al llegar el siguiente tres de mayo, Flor quiso que la llevaran en su silla de inválida a ofrendar flores a la Virgen. Como siempre, pidió a sus padres que la dejaran a solas con la Virgen, y luego le dijo:
−Virgencita, te agradezco mucho que me hayas concedido lo que te pedí para mis padres. Pero ahora te pido otro deseo: Haz que yo vuelva a caminar; y si eso no es posible, llévame contigo. 
Por esos días, la Virgen sería llevada a Mérida y en su camino pasaría por la plaza de Mayo. Al saberlo, Flor pidió a sus padres que la llevaran a ver la procesión. Justo cuando pasaba la Virgen, ante el asombro de los fieles, Flor se levantó de su silla, caminó varios pasos y luego cayó muerta. Nadie pudo explicarse cómo sucedió aquello, pues todos conocían a Flor y sabían que no podía caminar. Este hecho causó gran dolor a sus padres, pero también gran consuelo, porque se habían cumplido los dos deseos de su hijita: caminar y que la Virgen se la llevara consigo.
El siguiente tres de mayo, el lugar donde la niña murió estaba cubierto con flores de mayo blancas. Este milagro se repitió durante varios años más, hasta que los izamaleños acordaron edificar la capilla que, en memoria de aquella niña devota, se llama “Capilla de la Flor de Mayo”.

Mayo, mes primaveral y de flores, dedicado por la Iglesia a la Virgen María.
En la Península de Yucatán subsiste una antigua tradición donde filas de niñas y jovencitas vestidas de blanco van a los templos llevando consigo canastillas de flores de mayo blancas para ofrendarlas a la Virgen durante el mes de mayo. Las iglesias transpiran un místico aroma que nos hace pensar en inocencia y pureza. Esta costumbre, casi desaparecida, está presente también en Guatemala, particularmente en la Isla de Flores, donde unas cuantas familias continúan encargándose de preservar la tradición de enhilar flores de mayo para adornar los altares de la Virgen María.

Elaboración de ofrendas para la Virgen con flores de mayo blancas.
Fotografía: Marco Tulio Pinelo López.

Altar de la Virgen María adornado con flores de mayo.
Fotografía: Marco Tulio Pinelo López.